CEMEX lleva México en el nombre y esta empresa centenaria fundada en Nuevo León, cambió el cemento por agua y jabón para proteger a la comunidad mexicana y de otras partes del mundo. Una flotilla de camiones revolvedores se sumó a diversos grupo de voluntarios quienes se encargaron de limpiar y desinfectar áreas públicas de países como Egipto, Costa Rica, Colombia, Panamá, España y por supuesto, México. 

Las alianzas con instituciones públicas y privadas hicieron posible las actividades de limpieza de lugares clave. Las zonas de sanitización se concentraron en entradas de hospitales, centros de salud y áreas con concentración de personas como el mercado central de Colombia; lugar donde 180,000 m² de superficie fue tallada con agua y jabón para reducir el riesgo de contagio de los compradores.  

Además de la sanitización, otra de las actividades que CEMEX llevó a cabo en torno al Covid-19 fue la producción de gel antibacterial. La empresa elaboró el desinfectante según las especificaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y lo dirigió a las comunidades locales.  

El producto ya está disponible para su distribución -o lo estará próximamente- en algunos países donde la empresa opera. Y algunas de las plantas Admixtures están produciendo cantidades suficientes para cubrir las necesidades de todos sus empleados y las comunidades vecinas todo el año.

Asimismo, para ayudar a liberar la capacidad de las instalaciones de residuos médicos, especialmente de los centros de salud que luchan contra la pandemia, la empresa aumentó el co-procesamiento de residuos municipales no peligrosos en sus hornos de cemento. 

Los residuos se co-procesan en estrecha colaboración con las autoridades locales y nacionales, siguiendo las más estrictas prácticas de seguridad medioambiental e internacional de una manera segura y responsable.

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